Las branquias son delgados filamentos rugosos de un color rojo llamativo, a través de las cuales circula la sangre que proviene directamente del corazón. Las agallas están protegidas por los opérculos, y tienen un contacto muy íntimo con el agua, ya que son las encargadas de extraer el oxigeno disuelto en ella, que pasará al pez atravesando una delgada membrana que poseen las branquias para disolverse en la sangre. Además por las branquias se expulsa el Co2 que desecha la piraña.

Las pirañas son peces óseos, estos peces absorben toda el agua para respirar por la boca. Para realizar el intercambio de gases, además juegan un papel muy importante la boca y los opérculos.

Al tiempo que la piraña aspira agua por la boca, los opérculos permanecerán completamente cerrados, el proceso de aspiración puede durar, cuando la piraña está tranquila, aproximadamente un segundo o poco más, esto se debe a que el agua va entrando y llenando el interior de la boca y las cámaras branquiales, luego, al estar cerrados los opérculos queda atrapada en el interior de la piraña. Es aquí cuando las branquias aprovechan que el agua nueva está en el interior de las cámaras branquiales para absorber el oxigeno disuelto en ella, a la vez liberará el Co2 que contiene la piraña a dicha agua.
El siguiente paso es cuando la piraña cierra la entrada de agua por la boca, y abre momentáneamente los opérculos para liberar el agua pobre en oxigeno. Podemos observar el esquema grafico de más arriba donde quedan reflejados estos dos pasos de la respiración de las pirañas. Después de este proceso, la sangre del pez quedará bien oxigenada, e irá repartiendo el oxígeno por todas las partes de la piraña a través de la arteria principal, hasta llegar al corazón. El corazón enviará la sangre pobre en oxígeno directamente a las branquias, donde se volverá a oxigenar.

 

 

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